Jabón potásico: usos, beneficios y propiedades

¿Tienes plagas en el jardín? El jabón potásico será tu aliado perfecto para combatirlas.

La gran alcalinidad de este tipo de jabón hace que no sea adecuado para uso personal como medida de higiene. Sin embargo, es un potente insecticida que ayudará a mantener a raya a todos esos bichitos que quieran acercarse a tus plantas. En este artículo te desvelamos todo lo que debes saber sobre el jabón potásico: beneficios, propiedades, cómo aplicarlo y las mejores ofertas para comprarlo. ¡No te lo pierdas!

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¿Qué es el jabón potásico?

Este tipo de jabón procede de la combinación de grasas vegetales, un álcali y agua. El ingrediente estrella es el hidróxido potásico que, tras la soponificación, da lugar al jabón ideal para combatir las plagas. Tiene una alcalinidad cercana a 10, por lo que puede resecar la piel al entrar en contacto con ella y no es adecuado para el baño.

¿Para qué sirve?

Como ya hemos dicho, el jabón potásico es un gran producto antiplagas. Su acción jabonosa ataca las células de los tejidos de los insectos, afectando su permeabilidad externa e influyendo en su ciclo de vida. Es especialmente eficaz contra el pulgón, la mosca blanca, la cochinilla y la araña roja.

También es un gran agente limpiador. Podemos usarlo diluido en agua para limpiar el polvo y suciedad de las hojas de las plantas.

Podemos utilizar el jabón de potasio en cualquier momento de la fase de crecimiento de nuestras plantas, incluso en la época de floración, aunque no debe rociarse directamente en los brotes. En su lugar, aplícalo en el tallo y las hojas.

Propiedades del jabón potásico

La principal característica de este jabón es su capacidad para disolver sustancias grasas en el agua. De ahí su efectividad como insecticida.

Su potencial limpiador es también consecuencia de esta propiedad, ya que limpia las hojas y los tallos cuando se pulveriza directamente.

No olvidemos que es un producto altamente alcalino. Puede tener un pH superior a 10, lo que altera el ciclo de vida de los insectos que se alimentan de la planta, ingiriendo un producto demasiado alcalino e irritante para sus sistemas digestivos.

¿Cómo hacer jabón potásico casero para las plantas?

En este artículo te facilitamos las mejores opciones de compra del producto pero, si todavía quieres hacerlo tú mismo, te indicamos los materiales que necesitas, los ingredientes y dónde comprarlos y una guía paso a paso con todo el proceso de elaboración.

Materiales necesarios

Antes de buscar los ingredientes, asegúrate de tener por casa:

  • Una balanza. Debe medir en gramos con la mayor exactitud posible. En nuestra receta, necesitaremos pesar 20 g.
  • Una batidora. Vale cualquier tipo, no necesitas comprar una especial.
  • Varios recipientes, de acero inoxidable o vidrio de diferentes tamaños. Si es metálico se puede oxidar.
  • Gafas de seguridad. Durante el proceso, debemos evitar que ninguna gota nos salpique en los ojos. Vale cualquiera de estas.
  • Guantes de goma. Los que sueles utilizar para fregar. Aquí tienes un ejemplo.

Ingredientes

  • Agua caliente.
  • Hidróxido de potasio. Te dejamos 3 opciones:
  • Aceite de girasol, oliva, canola o maíz. A tu elección.

La proporción de nuestra receta, medida en aceite, hidróxido de potasio y agua, es de 6-1-1. Es decir, por cada 6 ml de aceite, utilizaremos 1 g de potasa y 1 ml de agua. Para un primer intento, una buena opción sería empezar con 120 ml de aceite, 20 g de potasa y 20 ml de agua.

Como una imagen vale más que mil palabras, aquí tienes un video explicativo paso a paso.

¿Cómo se aplica?

Con este proceso tendremos el jabón listo, pero para su correcto uso debemos mezclarlo usando 20 g de jabón, ya solidificado, por litro de agua. Lo removemos bien hasta conseguir una mezcla homogénea y ya podremos introducirlo en el pulverizador. Solo quedará rociar las plantas.

Si no tienes pulverizador, estas son algunas buenas opciones: desde uno pequeño para las plantas de casa, hasta uno profesional para jardines más grandes.

Si queremos hacer simplemente un mantenimiento preventivo de nuestras plantas, bastará con añadir 10g por litro de agua y aplicarlo cada 15 días. Si, por el contrario, las plantas ya han sufrido un ataque muy severo, podemos elevar la dosis hasta 35-40 g por litro de agua.

El jabón potásico es un producto orgánico que no afecta negativamente a nuestras plantas, como sí hacen otros pesticidas más agresivos. En ningún caso es tóxico para las personas, pero conviene tener en cuenta que es irritante al contacto con la piel.

Diferencias entre el jabón potásico y el aceite de neem

Aunque el aceite de neem también es muy efectivo contra las plagas, es un producto diferente al jabón potásico.

Para empezar, el neem no actúa por contacto externo, sino que el insecto lo ingiere y deja de alimentarse. La proliferación de la plaga se detiene porque el insecto primero deja de reproducirse y gradualmente desaparece.

El aceite de neem es un gran complemento, considerado como un fitosanitario, que aunque proviene de una fuente natural, su riqueza en azadiractina hace que tengamos que considerar ciertas precauciones en sus usos y aplicaciones.


Si te gusta hacer jabones desde casa, no te pierdas los consejos y recomendaciones que te dejamos a continuación. Sigue nuestras publicaciones y descubre un universo de posibilidades para hacer jabón casero. Te encantará tener tus productos fabricados por ti y los tuyos para disfrutar en todo momento.