Jabón de Marsella: usos, beneficios y propiedades

Uno de los jabones más populares nació en Francia en el siglo XVII, aproximadamente. Porta el nombre de su ciudad de origen, y se basa en una receta ancestral que se mantiene inalterada. Seguramente lo has tenido en casa o te han recomendado usar jabón de Marsella para distintas actividades cotidianas. ¿Cuál es el secreto de su tradicional fórmula?

Conoce todo lo que tienes que saber sobre este jabón, desde su historia hasta sus diversos usos, y descubre los mejores precios para comprar online este producto o sus componentes principales para fabricarlo en casa.

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¿De qué se compone el jabón de Marsella?

Para obtener un jabón ideal es necesario contar con ingredientes de la más alta calidad. Y eso solo puede provenir de la naturaleza, especialmente de las plantas. Al comprar o elaborar jabón de Marsella, se obtiene un producto 100% libre de aditivos, perfecto para niños y adultos. Los componentes principales del mismo son muy fáciles de encontrar: aceites de oliva y hojas de laurel.

Un dato interesante es su porcentaje mínimo de aceites en la composición: 72%. Este factor es vital para reconocer un verdadero jabón de Marsella. Por otro lado, está la sosa cáustica, que antiguamente se obtenía de la quema de ciertas especies vegetales. Su función es darle el punto de saponificación (consistencia firme y textura jabonosa) a la mezcla. De esa manera queda listo para el uso durante el baño diario, el lavado de ropa y la limpieza de superficies.

La formulación original está libre de añadidos aromáticos y colorantes. De hecho, debería poder comprobar que su origen real es la ciudad de Marsella, pues es el único lugar donde se fabrica. Tienen un sello muy particular que identifica a las 4 jaboneras que todavía elaboran este producto. Las imitaciones no cuentan con este sellado, y probablemente son realizadas con grasas de animales y a proporciones distintas de la tradicional.

Historia del jabón de Marsella

A finales del siglo XIV, nació una industria que trascendería el paso del tiempo en la ciudad francesa de Marsella. Las jaboneras se proyectaron como comercio rentable gracias a la aparición de la sosa cáustica. Por eso, a mitad del siglo XVII, había al menos 7 fábricas de jabón de Marsella. Entre todas ellas, se realizaban hasta 20.000 toneladas al año de este detergente en pastilla.

Por aquel entonces, la Revolución Industrial ayudaba a mecanizar los procesos de elaboración de jabón, por lo que se establecieron normas de fabricación en un edicto oficial. Dentro del mismo, se conservaba la receta original y el procedimiento tradicional para obtener el auténtico jabón de Marsella. La expansión de las jaboneras no afectó la calidad del producto durante al menos dos siglos.

Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial desató una crisis que puso en declive el jabón de Marsella. Ciudades como Londres y París comenzaron a producir sus jabones a menor precio que la barra francesa. Pero la calidad ha mantenido este producto en el tiempo, a pesar de que ya haya pasado su época dorada. Hoy en día, solo quedan 4 fábricas desde las que se fabrica el verdadero jabón de Marsella.

Propiedades del jabón de Marsella

La popularidad de este jabón se ha extendido por el mundo gracias a sus cualidades multiusos. Toda la historia que acompaña la elaboración de este artículo de limpieza lo convierte en un elemento tradicional e imprescindible en muchísimos hogares. Y es que además de ser ideal para el cuerpo, también es utilizado para diversos quehaceres cotidianos.

Por otro lado, es la elección perfecta para aquellos que prefieren cuidar el medio ambiente. Mientras que otros detergentes liberan químicos que contaminan el agua y el aire, el jabón de Marsella es 100% biodegradable. Al estar compuesto de materiales extraídos de especies vegetales, se le considera un producto “cruelty-free” o vegano.

La aplicación de este jabón en la piel resulta una experiencia placentera por su composición suave y pura. Los aceites naturales proporcionan una sensación relajante que se complementa con su aroma intenso. Adicionalmente, se le conoce como un antiséptico infalible para heridas superficiales, útil hasta en pieles alérgicas a otros desinfectantes.

Ventajas de usar jabón de Marsella

Tener un jabón de Marsella en casa es contar con un aliado práctico en diversas áreas de la higiene personal. Por ejemplo, su textura cremosa y propiedades antisépticas crean una excelente espuma para el afeitado unisex. Todos sus componentes son de origen vegetal, por lo que es perfecto para pieles irritables, resecas o muy sensibles.

Además de tener un producto multiusos en casa, al comprar online este jabón te aseguras de cuidar el medio ambiente. Su composición lo caracteriza como un producto eficaz que podrás aprovechar al máximo. Y gracias a su calidad hipoalergénica, puede aplicarse para lavar la ropa infantil e incluso para bañar a los más pequeños de la casa.

Otros beneficios

  • Previene el acné. Sus cualidades limpiadoras mejoran la apariencia de la piel e impide la acumulación de impurezas. Por lo tanto, su uso continuo en el rostro y cuerpo disminuye el riesgo de padecer acné.
  • Embellece el cabello. Puede ser utilizado como sustituto del champú en cueros cabelludos muy propensos a irritación. Su gran porcentaje de aceite aporta humectación natural, al mismo tiempo que limpia eficazmente, dejando el pelo brillante.

Como hacer jabón de Marsella

¿Quieres hacer tu propio jabón de Marsella? No se diga más, es momento de comprar online los elementos que necesitas para elaborar este producto en casa. Además de pasar un rato ameno junto a los tuyos, obtendrás un implemento de limpieza multiusos para tu hogar. Ponte manos a la obra y fabrica el mejor jabón de Marsella desde tu cocina.

Ingredientes

Para hacer un jabón de Marsella original, debes tener a la mano una balanza y otros instrumentos de medición exactos. De la misma manera, cuenta con elementos de seguridad para proteger tus manos, ojos y otras partes del cuerpo.

Te dejamos también algunos moldes que seguro vas a necesitar:

Todo esto te permitirá realizar el procedimiento de la forma tradicional y obtener un producto perfecto a partir de:

  • 1 litro de aceite de oliva (900 g)
  • 150 g de sosa cáustica
  • 25 hojas de laurel
  • Aceites de coco y/o palma (para jabones con más del 72% de aceites esenciales)
  • 350 ml de Agua

Paso a paso

Antes de realizar el jabón de Marsella, vale la pena tomar en cuenta que la sosa se diluirá en una infusión concentrada de laurel. Esta se debe preparar con anterioridad, para permitir que el té se enfríe antes de agregar la sosa. Pon a hervir los 350 ml de agua con las hojas de laurel antes de iniciar la elaboración del jabón. Bájalo del fuego cuando se reduzca a 270 ml aproximadamente, filtra el líquido y comienza a seguir las indicaciones:

  • Protege tus ojos y manos con gafas protectoras y guantes resistentes. Añade la soda al té de laurel, previamente vertido en un recipiente grande, para que no salpique demasiado. Remueve poco a poco y deja que salgan los vapores evitando el contacto con los mismos. Realiza este paso en el jardín o con las ventanas de la cocina abiertas.
  • Mide la temperatura del té con sosa, y cuando sea de unos 50º aproximadamente, agrega el aceite de oliva. Si has decidido darle un mayor aporte de suavidad a tu jabón de Marsella, añade los aceites de coco y palma.
  • Cambia la mezcla de recipiente para facilitar la saponificación de los ingredientes. Remueve en la misma dirección hasta que la consistencia aumente. Para este paso puedes usar una batidora a velocidad suave o media.

Vierte el jabón cremoso en moldes con rapidez, agita el recipiente para que se asiente la mezcla. Deja reposar al menos un día y desmolda. Mantén cubiertos los jabones con un paño limpio por 2 meses al menos, antes de usar.

8 beneficiosos usos del jabón de Marsella

  • Piel: la aplicación durante el baño diario deja el cuerpo suave, pues proporciona una exfoliación suave y continua.
  • Animales: su aplicación en mascotas facilita el baño de las mismas, dejándoles el pelaje suave y brillante. No les irrita la piel, y en cambio les deja un excelente aroma.
  • Picaduras: puedes lavar el área afectada con jabón de Marsella; esto reducirá la inflamación gradualmente por sus efectos antisépticos.
  • Dientes: si padeces gingivitis, el uso ocasional de este jabón reducirá los molestos síntomas. Solo frota tu cepillo húmedo en la barra de jabón y cepilla suavemente tus dientes. Sentirás alivio inmediato y una notoria reducción del enrojecimiento de las encías.
  • Lavado de la ropa: puedes remojar la ropa con jabón de Marsella rallado o cortado en rebanadas finas.
  • Quitamanchas: frota directamente en el área manchada de la ropa y déjalo actuar por unos minutos.
  • Limpieza de superficies: aplica con un paño húmedo en áreas y objetos de vidrio, plástico y hasta madera. Verás que resulta muy fácil eliminar la suciedad y dejar todo impecable de nuevo.
  • Anti insectos: deja una pastilla de jabón de Marsella en gavetas, armarios, e incluso cerca de las macetas del jardín.

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