Jabón de arcilla: usos, propiedades y beneficios
Si quieres probar un jabón diferente a los demás, debes leer lo que traemos para ti en este post. El jabón de arcilla es una alternativa de limpieza personal que te sorprenderá por sus excelentes resultados. Comienza a darle una nueva perspectiva a tu aseo diario con una textura, aroma y sensación poco convencional.
Descubre ahora todas las ventajas de usar jabón de arcilla y cómo elegir el más indicado para ti aprovechando las mejores ofertas. Si lo prefieres, te enseñaremos el procedimiento correcto de fabricación para que te animes a hacerlo en casa paso a paso.
Contenido
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Hay muchas variedades de jabón de arcilla que irás conociendo a lo largo de este artículo. Aquí te dejamos una selección especial de entre los más populares por su calidad y precio. Mira y elige el que más se adapte a las necesidades de tu piel. En pocas horas o lo tendrás en la comodidad de tu hogar.
¿Qué es y para qué sirve la arcilla?
La arcilla es una especie de roca generada por sedimentos acumulados y descompuesta con el paso del tiempo. Está constituida por silicatos de aluminio, que provienen de la descomposición de otras rocas. Estas últimas son ricas en elementos como el feldespato, una de las más comunes de las que se origina la arcilla es el granito. Gracias a este componente natural del granito y otras rocas, es posible obtener arcilla por descomposición sedimentaria. Presenta diversas coloraciones según las impurezas que contiene.
Por su parte, la arcilla blanca es considerada pura, libre de otros elementos del suelo. Suele ser moldeable y tener plasticidad cuando se hidrata con abundante agua. Es un elemento duro y resistente a las altas temperaturas cuando es sometido a calor. De hecho, se la considera la primera cerámica y aún en la actualidad cumple esa función.
Las arcillas que se encuentran en el mismo lugar donde se originan son consideradas primarias, mientras que las que han sido arrastradas o desplazadas por algún factor externo se consideran secundarias. Por otro lado, hay tipos de arcillas característicos por su poder para absorber grasas, por su maleabilidad al humedecerse o por su nivel de descalcificación.
Cabe destacar que la arcilla es utilizada en productos cosméticos. Se ha generalizado su uso para diferentes tratamientos de belleza femenina y masculina. Entre otros factores, resaltan sus propiedades exfoliantes, suavizantes y revitalizantes.
¿Qué es el jabón de arcilla?
El jabón de arcilla es el resultado de un proceso de saponificación que incluye este elemento del suelo como complemento para el aseo personal. Es un artículo de higiene diseñado principalmente para la piel del cuerpo, aunque también se utiliza en el rostro y como sustituto del champú.
Su fabricación se completa con ingredientes extraídos de la naturaleza, permitiendo obtener suavidad y limpieza en cualquier tipo de piel. La fórmula del jabón de arcilla permite la inclusión de elementos nutritivos que favorecen la regeneración de los tejidos, con una consecuente apariencia lozana y fresca.
La textura particular de este tipo de jabón le favorece en el proceso de exfoliado. De la misma forma, se utiliza como limpiador profundo para el cutis afectado por elementos externos y otras impurezas.
Propiedades del jabón de arcilla
El uso de jabón de arcilla se ha extendido gracias a su funcionalidad diversa. Esto permite que, con una sola barra de jabón, se puedan obtener excelentes resultados en distintas áreas del cuerpo. Además, no solo se cuenta con una limpieza convencional y necesaria para el baño diario, sino que además aporta:
- Control de pH: el nivel de acidez en el órgano más grande del cuerpo influye en su aspecto y salud. La acumulación de grasa le resta luminosidad a la piel y tapa los poros. En esos casos, el jabón de arcilla resulta muy útil para eliminar esos restos de grasa. Sin embargo, este jabón puede ser usado en otros tipos de piel, pues restituye el pH de la misma naturalmente.
- Limpieza y cuidado del cabello: frotar un poco de jabón de arcilla con agua y aplicar en el cuero cabelludo elimina cualquier impureza. Sea esta última procedente de agentes externos contaminantes, o se trate de químicos para el cabello, la arcilla fortalecerá y limpiará a profundidad los folículos capilares. Regenera el pelo eliminando las células muertas, dando resistencia, espesor y brillo al mismo.
- Limpieza de cutis y tratamiento para el acné: los granos que aparecen en la espalda o el rostro suelen ser muy molestos. Además de producir incomodidad y desmejorar el aspecto, suelen aparecer de forma repentina. El jabón de arcilla puede ayudar a disminuir los signos visibles y síntomas, así como prevenir su futura aparición. Usarlo con frecuencia no tiene efectos secundarios perjudiciales.
- Regeneración y fortalecimiento de los tejidos: la limpieza de la piel con arcilla aporta un grado de elasticidad y firmeza a la piel. Los tejidos muertos se eliminan, dando paso a la continua regeneración de los mismos.
- Exfoliación y limpieza profunda de la piel: remueve todas las impurezas presentes en la epidermis e incrustadas allí después del ajetreo habitual. Como resultado, la piel se ve más radiante y rejuvenecida. Los minerales propios de la arcilla también proporcionan un efecto tensor que extiende la sensación de suavidad y tersura por más tiempo.
Usos del jabón de arcilla
Hay muchas maneras de aprovechar el jabón de arcilla para la piel. Sus usos diversos dependen un poco del tipo de arcilla que se utilice para fabricar el jabón. Algunas de las formas más comunes de usarlo son:
- Baño diario
- Como sustituto del champú o lavado ocasional del cuero cabelludo
- Mascarilla facial casera
- Afeitado en hombres y mujeres
- Reducir la grasa superficial y eliminar impurezas incrustadas en las primeras capas de la piel
- Neutralizar malos olores y perfumar ligeramente la piel
- Suavizar pieles resecas o irritadas
- Exfoliar y desintoxicar la piel en tratamientos de belleza caseros. Remueve las células muertas con delicadeza y eficacia.
- Favorecer la actividad del torrente sanguíneo al estimular las venas y capilares superficiales.
Beneficios del jabón de arcilla
Seleccionar el jabón de arcilla como producto para el aseo personal es una excelente decisión. Entre los múltiples beneficios que aporta, se destaca que podrás contar con un producto 100% natural. Su tiempo de conservación es indefinido, así que podrás guardarlo durante meses sin afectar su calidad. Como punto de interés, cabe resaltar que no contiene conservantes adicionales que favorezcan este efecto de durabilidad.
Además de nutrir con minerales variados a la piel durante su aplicación, produce un nivel de exfoliación que complementa la salud del cuerpo. Elimina toda la suciedad de la piel mientras le deja una sensación suave y firme. Equilibra el nivel de grasas en la epidermis, brindando un aspecto limpio y luminoso que dura varias horas.
Estos efectos también pueden percibirse en otras áreas del cuerpo, como la piel del rostro o el cuero cabelludo. Incluso en cada hebra del cabello se percibe la diferencia al lavarlo con jabón de arcilla. Permite que penetre unos minutos en cualquiera de estas dos áreas, frotando la barra mojada y dejando que haga suficiente espuma.
Después de esto, enjuaga con abundante agua y observa la agradable y notoria diferencia en el aspecto y aroma de las mismas. Se recomienda el uso posterior de acondicionador para el cabello con el fin de facilitar el peinado.
Tipos de jabón de arcilla
Es cierto que la arcilla en general ofrece las mismas propiedades, usos y beneficios. Sin embargo, es posible encontrar un tipo de jabón de arcilla que se acople a la perfección con los requerimientos más específicos de nuestra piel. Por eso, es posible dividir los jabones de arcilla según el origen de este ingrediente clave. Así entonces, pueden clasificarse en:
Arcilla Rhassoul
Este tipo de arcilla se puede encontrar en las montañas del Atlas de Marruecos. Se caracteriza por tener una textura muy sedosa y aporta muchos elementos nutritivos para la piel. También tiene una carga de iones negativos que permite extraer con facilidad los puntos negros de la piel. Puede usarse en el cabello, el rostro, el cuerpo y como tratamiento especial para las uñas, gracias a su alto contenido de minerales como sílice, magnesio y potasio.
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Arcilla bentonita
La arcilla de bentonita tiene un impresionante potencial para absorber toxinas del cuerpo. Por eso se utiliza para el tratamiento de pieles muy grasas o propensas al acné. Su componente principal es la ceniza volcánica, por eso el color de la misma es grisáceo.
Arcilla verde francesa
Este particular tipo de arcilla obtiene su color de la combinación de óxido de hierro con materia vegetal en estado de descomposición. La arcilla verde francesa se ha vuelto muy popular para el tratamiento de afecciones de la piel muy diversas. Se recomienda para pieles extremadamente grasas. Si tu piel es seca o tiende a resecarse, mejor usar otro tipo de jabón de arcilla.
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Arcilla blanca caolín
La arcilla blanca caolín es conocida como la arcilla cosmética. Es considerada una arcilla pura, ya que es de color blanco. Tiene una textura extremadamente suave, por lo que puede ser usada en pieles de todo tipo. Exfolia suavemente y es un aliado especial a la hora del afeitado masculino.
- El caolín es la arcilla menos agresiva para la piel, pero no por ello menos efectiva. En preparados faciales, es una excelente mascarilla seboreguladora,...
Arcilla rosa
También se la conoce como arcilla caolín, a pesar de que su coloración no es blanca, por el alto grado de pureza que presenta. Tiene las mismas funciones que el jabón de arcilla caolín, pero ofrece una hermosa coloración rosada a la barra de jabón obtenida.
- Suave, non-aggresive para el pelo y la piel.
- 100% natural a base de barro
- Sin conservadores artificiales.
Como hacer jabón de arcilla
Ha llegado el momento de aprender a elaborar un producto especial para consentir tu piel. Hacer jabón de arcilla en tu cocina es una experiencia muy interesante y particular. Por eso te mostramos algunos consejos que puedes tomar en cuenta para su preparación. Además, verás cuales son los implementos e ingredientes que necesitas para llevarlo a cabo y crear un jabón perfecto para ti.
Consejos extra para la elaboración de jabón de arcilla
- Aunque la arcilla es un ingrediente poco usual en la elaboración de jabón, se puede manejar con facilidad. Lo que sí resulta muy importante es diluirla bien antes de empezar la saponificación del jabón. Tener una medida referencial de la cantidad de arcilla a utilizar también resulta muy útil.
- Por ejemplo, cada litro de aceite (dos libras de peso aproximadamente), requiere de unas 4 cucharaditas de arcilla. En ese caso, para no excederse ni quedarse corto, lo mejor es pesar la cantidad total de aceite a utilizar antes de calentarlos. De esa forma, podrás saber cuánta arcilla necesitas para elaborar tus jabones.
- Para diluir correctamente la arcilla, hay muchas maneras de agregarla a las mezclas de jabón. La manera más fácil es diluyéndola con los aceites calientes antes de agregar el agua con sosa. Puedes ayudarte con una batidora de palitos para incorporar por completo la arcilla y mezclarla de manera uniforme.
- Es recomendable tener un set de herramientas de cocina adicional para elaborar jabones de arcilla. Esto no es un requisito obligatorio, sin embargo, puede ser útil para evitar que los alimentos se contaminen con restos de ingredientes para hacer jabón.
- Si vas a utilizar moldes de madera, envases de metal o plásticos (que no sea de silicona) para vaciar la mezcla, lo mejor es forrarlos. Para ello, puedes usar bolsas para basura, papel para refrigerador o encerado.
Materiales de cocina y equipo de seguridad para hacer jabón de arcilla
- Olla metálica de cocción lenta (para calentar los aceites)
- Jarra plástica pesada o recipiente grande y resistente (para la mezcla de agua y soda caustica)
- Recipiente resistente y con referencias de medición (para calcular las cantidades de agua, aceite, sosa, y otros ingredientes)
- Termómetro (de tipo infrarrojo o de repostería)
- Moldes para el jabón
- Balanza (preferiblemente digital para mayor exactitud)
- Batidora de palitos
- Cuchara y espátula de madera
- Gafas plásticas transparentes
- Guantes de goma resistentes al calor
- Mascarilla protectora
Ingredientes para hacer jabón de arcilla
- 250g de aceite de oliva
- 250g de aceite de coco
- 250g de aceite de palma
- 100g de aceite de ricino
- 100g de mantequilla de mango
- 125g de soda caustica
- 300ml de agua destilada
- 4 cucharaditas de arcilla Rhassoul o del tipo que hayas escogido
- 50g de aceites aromáticos
Hacer jabón de arcilla paso a paso
- Ponte manos a la obra protegiendo primero cada parte de tu cuerpo expuesta durante el proceso de elaboración.
- Pesa cada uno de los ingredientes y tenlos a mano en recipientes pequeños separados.
- Toma el agua y la soda cáustica ya pesados, y mezcle vertiendo la soda en el agua, no al revés. Sé cuidadoso pero procure realizar este paso de forma rápida. Revuelva para facilitar la disolución y aléjese para evitar recibir directamente los gases tóxicos.
- Con un termómetro, mantenga un seguimiento de la temperatura de esta mezcla, y no le permita bajar de 100 º C.
- Mezcle los demás ingredientes de la receta para hacer jabón de arcilla, exceptuando los aceites aromáticos y la arcilla. Caliente en una olla a fuego lento hasta fundir.
- Retire del fuego los aceites fundidos y agregue la arcilla, mezclando vigorosamente o con ayuda de una batidora. Mide la temperatura y mantenla entre los 90 a 100º C. Si el agua alcalina o los aceites bajan de esta medida, colóquelos a baño María o recaliente, siempre a fuego lento.
- En un recipiente grande, coloca los aceites fundidos y vierte lentamente el agua con sosa. Comienza a batir para que la mezcla espese gradualmente. Cuando se sienta como una crema suave, agrega los aceites aromáticos.
- Cuando tenga una consistencia un poco más espesa, vierte la mezcla en el molde previamente preparado. Deja reposar por un día como mínimo.
- Para mejorar la dureza del jabón, deja reposar las barras en posición vertical por un mes como mínimo. Así se elimina la humedad y aumenta la durabilidad del mismo.
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